domingo, 19 de abril de 2015

EXPOSICIÓN EQUIPO 5. "LA VIOLENCIA EN LA ESCUELA"

DEFINICIÓN DE VIOLENCIA ESCOLAR

La violencia contempla los actos que se ejercen con la intención de lograr una cosa a través del uso de la fuerza. La conducta violenta, por lo tanto, busca dañar física o mentalmente a otra persona para someterla.
Cada año más de 1.6 millones de personas pierden la vida y muchas más sufren lesiones no mortales como resultado de la violencia autoinfligida, interpersonal o colectiva.1 La violencia es una de las principales causas de muerte en todo el mundo para la población de 15 a 44 años de edad (Informe mundial sobre la violencia y la salud, de la Organización Mundial de la Salud de 2002).

Desde muy temprano los niños aprenden que la violencia es una forma eficaz para “resolver” conflictos interpersonales, especialmente si la han padecido dentro del hogar, ya sea como víctimas o como testigos. La violencia se transforma paulatinamente en el modo habitual de expresar los distintos estados emocionales, tales como enojo, frustración o miedo; situación que no se constriñe exclusivamente al seno familiar, sino que invariablemente se verá reflejada en la interacción de cada uno de los miembros de la familia con la sociedad

Existen distintos tipos de violencia, como la violencia familiar y la violencia de género. En el caso de la violencia escolar, está dada por la conducta que se desarrolla en el seno de una escuela.

La violencia escolar puede desarrollarse dentro de la escuela (en un aula, un pasillo, un patio, etc.) o en otros sitios que están vinculados a ella. Sus víctimas pueden ser estudiantes, docentes, trabajadores de la escuela o familiares de los alumnos.

El ámbito escolar se refiere a las relaciones que se establecen en los espacios académicos, entre docentes, prefectos, prefectas, personal administrativo y/o directivo hacia estudiantes o de estudiantes a estas figuras y de estudiantes a estudiantes.

En la actualidad la violencia ha invadido las escuelas y cada día es mayor el acoso y/u hostigamiento escolar en todos los niveles educativos

Los resultados muestran que el comportamiento del maltrato presenta una característica particular: es cíclica entre los alumnos, en donde la víctima goza de periodos de aparente tranquilidad, y que las y los agresores dirigen sus acciones de intimidación a otra u otro alumno.

Pese a ello, la violencia en este ámbito ha sido oculta debido a que devela, en términos generales, una mala imagen de la institución escolar, sin embargo, los índices de ésta son muy elevados. Entre las situaciones más comunes donde se expresa o vive la violencia en la escuela, está la violencia entre pares, seguida de la ejercida por los profesores que se observa a través de la discriminación por situaciones de pobreza en la que las y los docentes emiten expresiones descalificadoras, burlas e inclusive hasta la prohibición del ingreso a la escuela. El acoso y hostigamiento se encuentran vinculados a la promoción de grado o a las calificaciones. La violencia psicológica es ejercida por maestras/os cuando los estudiantes presentan incumplimiento a las tareas o actividades de las clases o a determinadas conductas dentro del salón.

Estudios realizados por Valadez y González señalan que la mayor parte de las manifestaciones de violencia son jaloneos, pellizcos, golpes, coscorrones, aventar objetos, rayar o pintar el cuerpo, poner el pie para que se tropiece, no dejar sentar en la banca, cachetadas, aventarles el balón a las mujeres y darles nalgadas. (Valadez y González, 2007)

Es muy usual también los insultos, las burlas, las críticas, el poner apodos, mandar recados escritos o por celular obscenos y/o de connotación sexual como palabras altisonantes, también se presentan las injurias, las calumnias, discriminar, marginar, criticar, chantajear.
Valadez y González (2007) señalan que en la escuela también se vive violencia a la propiedad y se manifiesta a través del robo de dinero y de celulares, quitar lo que compran para comer, plumas, lápices, cuadernos, rayar o maltratar los trabajos y hasta la extorsión.

Respecto a la violencia sexual se pueden ubicar los besos “robados” que en inicio son dirigidos en las mejillas con la intención de besar en la boca, jalar la ropa interior, tocamientos, frotamientos, manoseo, palmadas, roces, mostrar imágenes pornográficas, “bajar por los chescos” que implica agarrar la cabeza y obligar a agacharse y acercarse a que toquen con la cara los genitales del otro” (Valadez y González, 2007, Prieto, 2005, Savedra, Villalta y Muñoz, 2007, et. al.)

En los últimos años, México ha considerado prioritario prevenir y combatir el maltrato y el abuso de los menores, así como las situaciones personales y sociales adversas que generan estos fenómenos. La participación de docentes, padres de familia e investigadores ha sido fundamental para que sociedad y gobierno refuercen la voluntad de erradicar toda forma de violencia de la vida de las niñas, niños y adolescentes. Suprimir la violencia y prevenir el delito requiere de una estrategia integral en la que se vean involucrados sociedad y gobierno; es necesario coordinar acciones, con la participación de familias, docentes, organizaciones de la sociedad civil y, por supuesto, instituciones gubernamentales, para lograr que las escuelas de educación básica y sus entornos se conformen como espacios seguros, libres de violencia y de delincuencia donde la comunidad educativa sea un factor coadyuvante para la regeneración del tejido social, en el marco de la cultura de la legalidad.

Estrategias para prevenir la violencia en las escuelas




Lo principal con respecto a este tema, como dijimos anteriormente, es la prevención, y para ello hay que tomar acciones desde las salas más pequeñas del jardín de infantes y aunar criterios entre los distintos niveles, incluido el secundario. Por ejemplo:

1.       Actuar en conjunto.
2.       Respetar el derecho de todos.
3.       Posibilitar diferentes espacios de expresión.
4.       Promover la no discriminación bajo ningún motivo (color de piel, ojos, religión, etc.).
5.       Actuar con afecto.

Además, el docente debe ser el ejemplo ante todos los niños, contenerlos y ser generador de ejemplos y transmisor de ideales y valores.
En los recreos, la mirada atenta de cada docente deberá ser sentida por todos los niños, y además, permitirá intervenir de inmediato ante el comienzo de una acción agresiva de un compañero hacia otro.


Podríamos decir entonces que para evitar la violencia dentro de la escuela se debe trabajar conjuntamente y crear entre todos, adultos y niños, un ambiente sano, en el cual prevalezca el respeto, la libertad, la posibilidad de expresarse sin miedos y el afecto.

PROFESOR: EDGAR S. PLAYAS


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